miércoles, 18 de julio de 2012

¿Nos casamos mamá?


En una ceremonia muy llena de rituales, adornos, luces y magia, el padre (o padrino), entra con ella a la iglesia y luego de recorrer una larga alfombra roja, «la entrega» al novio que la esperaba para tomarla como esposa.

El sacerdote les da unos consejos, les hace prometer que serán solidarios «en las buenas y en las malas» y luego desandan el largo camino alfombrado para saludar con gran festejo a quienes concurrieron a ver el casamiento.

Los cónyuges suelen hacer un viaje «de luna de miel» para finalmente comenzar la vida en pareja.

Si bien el padre de la novia la entregó al futuro esposo, en los hechos parecería ser que la mejor forma de convivencia es cuando paulatinamente es ella la que tomas las riendas del hogar mientras que su dueño (el esposo) desempeña un discreto rol de hijo.

El equilibrio de estos roles es siempre precario porque toda convivencia lo es.

Sin embargo, lo que mejor funciona es que la esposa se comporte como una madre que está viviendo un romance edípico con su amado hijo.

Se denomina «familia monoparental» cuando uno de los padres está ausente, pero en este caso cabría la denominación porque sólo ella cumple el rol de madre mientras que el padre funciona como hijo mayor.

Esta fórmula de convivencia funciona sin que los actores lo reconozcan porque implicaría una flagrante transgresión a la prohibición del incesto. Son fenómenos que ocurren inconscientemente.

Lo que acabo de comentarle no es verdadero pero tampoco es falso. Queda en sus manos confirmar discretamente si los matrimonios exitosos que conoce no podrían tener estas características.

No hay comentarios:

Publicar un comentario